viernes, 27 de agosto de 2010

Bendjina. Desde Haití a nuestro Lycée


Entrevistamos a Bendjina Nettie Delus, nuestra nueva compañera proveniente de Haití. Ella llegó después del terremoto que asoló su país en enero de este año, para, por bendito destino, tener que experimentar otro terremoto, esta vez en Chile, que casi terminó con sus nervios y paciencia. En está entrevista se explayó sobre su tierra natal, sobre su experiencia en nuestro país y también sobre su vida en el Lycée.
¿Cómo y por qué llegaste a Chile con tu familia?
A los 3 días del terremoto, cuando estábamos en la casa de mi tía en el campo, llamó mi papa desde la ciudad y nos dijo que nos íbamos a chile en 5 o seis horas más. Llegamos al aeropuerto y subimos al avión y llegamos. Nos vinimos a chile principalmente porque tengo un primo que tiene una novia chilena y entonces llegamos a Casablanca, a la casa de lo padres de la novia de mi primo.
¿Cuáles fueron las diferencias entre el terremoto de allá y el terremoto de aquí?
Las diferencias fueron que cuando sentí el terremoto allá no sabía lo que estaba pasando, pero cuando lo sentí acá, pensé que no podía tener más mala suerte. Además en Haití, cuando salí a la calle vi edificios destruidos y personas gritando. En cambio acá en Chile, cuando fui a ver la ciudad no había nada de eso, todo estaba igual que antes excepto por algunas ventanas rotas y algunos edificios agrietados.
¿Cuándo el terremoto pasó, falto el agua o la comida? ¿Qué pasó con los saqueos?
La comida y el agua a mi no me falto mucho, ya que estuve unos pocos días después del incidente. Y tampoco creo que allá faltado después por que pasaban camiones repartiendo víveres. Con respecto a los saqueos, creo que igual hubieron, como aquí en chile paso pero en menor cantidad.
¿Hay mucha delincuencia en Haití?
Es más o menos como acá. Hay barrios buenos y otros que son un desastre. Lo mismo con el colegio, Hay buenos colegios, sobre todos los particulares y católicos, pero también existen otros muy malos.
¿Cómo es la educación en Haití?
La educación allá está dividida, la gente que tiene dinero es la que puede acceder a una educación buena, pero la gente pobre debe contentarse con la que entrega el gobierno, una educación que no te alcanza para hacer las cosas que quieres. Igual que acá me imagino, que en todos lados.
¿Piensas volver algún día a Haití?
Siempre pienso en mi país, me encantaría volver, de hecho, volveré porque necesito ayudar con la reconstrucción, por eso estamos acá, estudiamos aquí, para cuando vuelva voy a ayudar con mis conocimientos y con mi granito de arena.

Por Florencia Heller
Thomas San Martín
Gabriel Stegmaier